El ultrasonido es una exploración denominada "no invasiva", es decir, que no irradia a los pacientes ni produce daño o molestia corporal alguna, producidas por la vibración de un cristal especial que produce imágenes de los tejidos cercanos.
Permite valorar lesiones que pueden estar en el interior del recto, como pólipos o tumores, o en sus paredes, como lesiones de los esfínteres anales y musculatura del suelo pélvico, prolapso rectal, etc., o por fuera de la pared del ano y recto, como inflamaciones (abscesos), fístulas, y otras patologías.